Del día del Jamón

No cabe duda, que uno de los mejores logros de nuestro pueblo en los último 30 o 40 años ha sido  instituir y, posteriormente consolidar el Día del Jamón.

Es una plataforma publicitaria de primer orden que, como casi siempre, con el esfuerzo de unos pocos, redunda en beneficio de  todos.

Sin ánimo alguno de herir sensibilidades, y  sin personalizar  errores, quiero hacer algunos comentarios los cuales  deseo sean entendidos que no son con otro ánimo que el  de sumar, y que no son más que el sentir a pié de calle de nuestros paisanos.

En primer lugar, como todos sabemos, se hace imprescindible  un adecuado recinto que acoja convenientemente evento tan importante para nosotros y por supuesto otros que pudieran acontecer. No deja de ser lamentable que, después del esfuerzo realizado por todos los organizadores el pasado día 9, la imagen que diéramos  fuese de pueblo paleto, cuando, justamente ,lo que se desea proyectar es lo contrario: la imagen de un pueblo moderno, en el que se desarrolla una economía  de industrias agrarias de primera fila .

No es culpa  de nadie que lloviera de la manera que lo hizo, pero eso estaba  previsto, y el barrizal, que fue el escaparate de la muestra, se debió haber evitado.

Fué una total falta de previsión, y por supuesto una pésima gestión. Con sólo haber cortado  el tramo de la Ronda San José que va desde el instituto hasta el aparcamiento del Polideportivo y haber instalado allí, sobre el asfalto,  las inútiles carpas y los Chiringuitos que adornaron el   barrizal, se hubiera paliado, al menos en parte, la debacle que se originó.

En segundo Lugar, como banderín de enganche, el fin de semana Virgen de Luna- Virgen del Pilar, fue, en principio, un acierto fijarlo como fecha de celebrar el día del Jamón. Sin embargo dadas las dimensiones y la afluencia del publico actúales, éste día tiene ya entidad suficiente para ocupar un fin de semana “ per se “.

Ambos eventos juntos, Virgen de Luna – Día del Jamón, colapsan el pueblo, no pudiendo prestar a los visitantes los servicios que demandan (Comidas, camas, ocio, aparcamientos, etc.), y sembrando el descontento entre los visitantes, por lo que, como digo más arriba, se consigue el efecto contrario del que se persigue.

Entiendo que,  Autoridades, Empresarios y demás responsables, deben poner los medios para que nunca vuelva a suceder lo ocurrido este año. El evento lo merece.

Agamenón y su porquero