Nada nuevo puedo comentar del líder más grande que el siglo XX ha dado a la humanidad. Todo está escrito y dicho, pero cuando Mandela agoniza en Pretoria, y los medios se interesan por su salud en los últimos días de su vida, a mi me pide el cuerpo expresar lo que siento por este gran hombre.
Casi 150 mandatarios asistieron a la investidura de Mandela en Mayo del 94. Todos quedaron perplejos cuando pronuncio un discurso que ha sido traducido a todos los idiomas de la tierra.
Quedaron estupefactos cuando , después de sufrir 30 años de injusta y arbitraria cárcel por oponerse al infame régimen del apartheid, propone "restaurar las heridas, mirar hacia adelante y dejar atrás rencores y odios".
No fueron vanas palabras , pues después se ha constatado que, bajo el mandato presidencial de Mandela, jamás hubo ajustes de cuentas o venganzas.
Difícil cometido el de este gran hombre, teniendo en cuenta que el 20% de la población de Sudáfrica de raza blanca (afrikáner) , sometieron, humillaron, vilipendiáron, asesinaron, despojaron de su tierras, y confinaron en guetos al 80% de la población, de raza negra, ante la impasibilidad y con la connivencia del llamado mundo civilizado. Una de las páginas más vergonzosas de la historia de la humanidad. Las palabras de Mandela cobran hoy, si cabe, aún más valor que en 1.994 cuando las pronunció. La crisis económica y de valores en la esta sumergido Occidente, sin un liderazgo politico-moral claro y cuando la desesperanza y la amargura se palpan en cualquier lugar, hacen que haya que volver vista y oídos hacia el que, sin duda ha sido el líder moral del siglo XX.
Decía : " Debemos actuar para alentar el nacimiento de un nuevo mundo. Que haya justicia y paz para todos. Que haya trabajo, pan agua y sal para todos. El sol jamás se pondrá sobre un logro tan esplendoroso".
Madiba, ( nombre tribal de Nelson Rolihlahla Mandela y como le gustaba que le llamaran ) vivirá para siempre.
Vva. De Cordoba julio 2013
Agamenon y porquero.
