lunes, 14 de marzo de 2011

Elecciones y Democracia

Sin duda, Nicolás Gómez Dávila (Bogotá, 1913-1994) para mi, es el pensador mas lúcido del siglo XX. En “ Escolios a un texto implícito” ( Ed. Atlanta ), aseveraba: “ La democracia es el sistema para el cual lo justo y los injusto , lo racional y lo absurdo , lo humano y lo bestial, se determinan no por la naturaleza de las cosas, sino por un proceso electoral .Y  también : “ Mientras mas graves son los problemas , mayor es el numero de ineptos llamados por la democracia a resolverlos”.

Pueblos y  Comunidades autónomas de España caminan hacia  un proceso electoral  en el que  los partidos políticos dilapidarán miles de millones de euros de los desvalijados contribuyentes para  engrasar la maquinaria propagandística  y  engrosar carteras amigas.
¡Los dioses del Olimpo nos protejan! , ¡Lo que tendremos que soportar!.
Oiremos como sin el menor pudor, el político que mas ha robado promete transparencia y exhaustivo control en la cuentas .Como sin ruborizarse, el  que mas españolitos ha apuntado al INEM  asegurará que su gestión estará encaminada eminentemente al pleno empleo, y como, sin pestañear, el mas corrupto de todos promete regeneración de la clase política. ¡Lamentable panorama!

Una vez concluido el espectáculo electoral,  es cuando cobra plena actualidad y vigencia el apólogo del insigne Gómez Dávila.
Si has robado, pero has ganado las elecciones: sales lavado. Si has malversado, cometido cohecho y estafado al contribuyente pero has sacado más votos que los demás: quedas legitimado.
Como dice Dávila, es depravado  y perverso obviar la naturaleza de  los hechos   y aceptar como justo lo injusto si  ha pasado el  tamiz  electoral.

Hace unos  días fué publicado  en los medios lo siguiente: a la pregunta ¿que preocupa más a los españoles?  Los resultados fueron como siguen: En primer lugar el desempleo, en segundo el terrorismo y en tercer lugar la clase política. ¡Estremecedor!

Es la perversión del sistema. La clase política, considerada por los españoles como el tercer problema del país,  son los ineptos (a los que se refiere Gómez Dávila) llamados solucionar los nuestros. No esperemos autoregeneración de la clase política,  pues, el  que con su navaja se capa, es bastante piadoso con el corte.                                                                                                                      Es hora que  todos nos movilicemos.  Es hora de una protesta social masiva, y es hora de votar contra el poder cuando  depositemos nuestra papeleta en las urnas, dejando en la cuneta  sectarismos, doctrinas y falsos idealismos que nos impiden percibir  la realidad.
Yo, si gobierna Carpintero votaré al Herrero,  si dicta la Moreno votaré al Montero  y, en definitiva,  si reina Hécate votaré a Selene que, aunque las dos diosas son  distintas caras de la misma luna, al menos limpiaremos el polvo debajo de las alfombras.

Agamenón y su porquero.  Marzo 2011

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