Solo Lola era capaz de conseguirlo. Con el viento en popa y a toda vela, la nave que capitaneaba Dolores Germana sumó menos millas que la de Paco Arenas, la cual, todo hay que decirlo, navegaba a sotavento.
Toda España ha castigado severamente al Partido de Zapatero en las urnas locales y autonómicas. Todo el aire sopla en estos momentos a favor de los Populares y en contra del PSOE, pero nuestra exmandamás, ni aún conjurándose con el mismísimo Eolo, hijo de Júpiter y Menalipa, dios que mandaba los vientos y desencadenaba tempestades, ha evitado una derrota electoral que, como gusta decir a los políticos (cuando ganan), era bien merecida, porque el pueblo sabio, ha puesto las cosas en su sitio.
Toda España ha castigado severamente al Partido de Zapatero en las urnas locales y autonómicas. Todo el aire sopla en estos momentos a favor de los Populares y en contra del PSOE, pero nuestra exmandamás, ni aún conjurándose con el mismísimo Eolo, hijo de Júpiter y Menalipa, dios que mandaba los vientos y desencadenaba tempestades, ha evitado una derrota electoral que, como gusta decir a los políticos (cuando ganan), era bien merecida, porque el pueblo sabio, ha puesto las cosas en su sitio.
Comprendo y me solidarizo en el dolor de Dolores. Entiendo que, para ella, abandonar su tronillo, es el mas grande de todos, es el dolor de los dolores. Y es que esto de la democracia es terrible y sobre todo cruel, muy cruel. Un buen día, te levantas siendo la diosa Cibeles (Hija del Cielo, Diosa de La Tierra , esposa de Saturno y madre de Júpiter) y te acuestas siendo Quimera (monstruo con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón que vomitaba fuego por la boca). Todo por una simples papelillas que sacan de unas cajas de cristal. ¡Terrible! ¿Verdad?
¡Adiós Lola! Tu partido te premiará con algún buen puesto de “asesora” donde proceda, pero se que, estés donde estés, el recuerdo de la toga y el laurel que, exclusivamente por tus propios deméritos, ayer perdiste, siempre te acompañará.
Villanueva de Córdoba 22 de Mayo de 2011.
Agamenón y su porquero.
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